Les ha pasado que; ¿en épocas de
su vida se detienen a analizar sobre la forma en que pensaban años atrás? Y la respuesta es sí, y ¡qué cosas las que pensábamos!
Hasta pena nos da.
Mi vida cambió hace 2 años cuando
empecé a estudiar comunicación social, tuvo un giro muy positivo.
Antes pensaba que los mejores
presidentes de Colombia habían sido Andrés Pastrana y Ernesto Samper (permítanme
una pequeña risa: jaajajajajajjajajajaa).…Si si si, antes de que me -mienten la
madre- déjenme terminar; graso error el que cometí siquiera al pensar eso, me
excuso, qué pena de patria la que sentí cuando desperté de esa horrible
pesadilla.
Pensaba que los médicos ganaban
mucho, que el SISBEN era una –chimba- (quería
tenerlo) y que los profesores eran los ricos porque llegaban en carros bonitos.
Mi ignorancia era tal, que llegue
a pensar que RCN y CARACOL, eran los –Medios
de comunicación- más parciales que tenía
el País (por favor, cero madrazos)
Iba al colegio pensando en que
algún día con la ayuda de un amigo, empezaría a formar mi propio imperio
criminal y sería el reemplazo de Pablo Escobar, lo que es muy común en la
sociedad educativa en la que vivimos hoy.
Cuando veía a alguien leer, decía
en mi mente; - mucho tonto, gastando el tiempo en leer cuando puede estar
tomando cerveza, teniendo sexo, haciendo plata- pero hoy descubrí, gracias a Dios, que la base
de una persona, sociedad, entidad, gobierno, es la comunicación, la lectura, el
aprender cada día más.
La comunicación social cambió mi
vida, al punto de hoy saber apreciar cada crítica y consejo que reciba, y más
aun, cuando venga del enemigo.
Aprendí que –haber- es un verbo, mientras que –a ver- es mirar.
También que –hecho- es algo que pasó, precisamente un hecho, mientras que -echo-
se refiere a cuando la profesora me –echaba- del salón. Escribía –florez- con -Z- por Dios en qué mundo vivía, tanto fue el
tiempo que perdí, que tan sólo en los dos últimos años, he aprendido más, de lo
que aprendí en los 6 años del colegio.
3 años atrás hablaba, y todo el
mundo reía, en mis venas siempre he llevado la sangre de comunicador, por lo
que a todo le tenía argumento, obviamente tontos y poco valederos.
Hoy, para opinar, es porque
conozco el tema, para que me contradigan un argumento, es porque priman
intereses o ideales distintos, y para que entren en debate conmigo, simple,
tienen que leer y saber un poco más que yo, porque así sea -carreta- pero
ganar, no me dejo.
Si usted es de las personas que
suelo dejar hablando sola, o no le contesto; no piense que me ganó, le recomiendo
que se siente a leer, pues está grave en sus posiciones argumentativas.
Aunque no leo mucho, siempre
estoy informado, tal vez, esa será mi mayor fortaleza, no leer todo al pie de
la letra, sino saber interpretar lo que está sucediendo a mi alrededor, y ser un
poco conocedor de la historia cercana que nos rodea.
Heider Logatto Cuadros.
Estudiante de Comunicación
Social.
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