El sitio abarca un aproximado de una calle del largor de tres
cuadras, y transversa a ellas, un par de avenidas cortas.
La situación que se encontró es que están en malas condiciones
generales, la mayoría de personas no alcanzan el bachillerato, los más jóvenes
aún están en la escuela, y los que quieren o tienen la oportunidad de estar en
un colegio, por obligación, les toca ir hasta el casco urbano de El Zulia,
haciendo un desplazamiento que demanda plata, pues toca pagar buseta.
Entre sus habitantes notamos que el sistema de salud que prevalece
es el SISBEN, aunque ciertas familias, muy pocas, tienen afiliación a
COMFANORTE o alguna EPS, esto por cuota del trabajo de sus esposos en la
empresa donde laboren.
Se observó que en cada casa viven aproximadamente 5 personas, cabe
resaltar que en unas viven 7 u 8, o en el caso de doña Rosadelia, que vive sola
en su casa, a pesar de sus 84 años de edad.
Las casas, algunas hechas en bloque, otras, por su parte, de
bahareque. Los pisos, en la mayoría de viviendas, suelen ser homogéneos, de
cemento.
Los servicios públicos básicos que les llega es la luz, pues servicio de agua potable no tienen, esta es sacada directamente del río Zulia. Esto ocasiona el alto índice de enfermedades estomacales, virus o infecciones, en donde los más vulnerables son los niños.
La vereda, cuenta con una escuela de no más de 80 mts cuadrados,
aproximadamente, en donde reciben educación desde pre-escolar, hasta quinto de
primaria, siendo repartidos los estudiantes en dos salones; en un aula ven
clases de pre-escolar hasta segundo, y en el otro de tercero hasta quinto.
La escuela cuenta con un comedor que les brinda el servicio de
almuerzo, en donde a la señora que prepara los almuerzos y quien también es la
encargada del aseo, se le acordó el pago por parte de los papás por estas prestaciones,
pero a la fecha (mitad de año) no ha recibido ni un peso como pago por sus
trabajos realizados.
El plantel educativo cuenta con 2 profesoras, que desde que el
gobierno implementó la “educación gratuita”, estas no reciben sueldo, pues la
plata enviada por el gobierno llega a la sede principal ubicada en Tibú, y de
allí, se olvidan de ellos, pasan meses que no les dan siquiera para una bolsa
de agua, y cuando lo hacen, es una limosna, lo que ellos quieran “regalarles”.
Estas 3 personas, hacen su trabajo por amor, una buena muestra de que aún en la
actualidad mezquina en la que vivimos, todavía existen personas con vocación y
convicción de lo que hacen.
El recinto educativo, no cuenta con zonas verdes, aunque las
únicas que hay, son los árboles del vecino, que permiten pasar ciertas ramas
hacia el plantel. No cuenta con una cancha de fútbol, menos con una de básquet,
el nivel de recreación es poco. Los niños sueles esperar la “semana cultural”
en donde por medios de actos de esta índole se les enseña lo bonito que es
vivir, y lo mucho que se debe apreciar lo poco que tienen.
Heider Logatto Cuadros.
Estudiante de Comunicación Social.
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