lunes, 21 de abril de 2014

¡No más represión ni silencio cómplice y sinvergüenza!



Venezuela vive momentos difíciles, quizás los más difíciles en las últimas décadas. Hoy, Las FF.AA al mando de un individuo que aparenta ser Jefe de Estado, están acribillando, masacrando y asesinando vilmente a la población civil.

Esta batalla campal que lleva más de un mes y, a apagado la luz de vida de más de 36 personas, no es otra cosa que la represión de un régimen totalitario, una organización criminal sin igual que pretende robarse hasta el pensamiento de los habitantes de este bello país. 

Una dictadura que lleva más de 15 años acabando con la inversión, robando el erario público, adueñándose de los medios de comunicación y, regalando los recursos de hidrocarburos que por derecho le pertenecen al pueblo, pero que son endosados a países que al mejor ritmo de una sanguijuela, chupan y desangran a la hermana república bolivariana, todo a cambio de una voz de apoyo al tirano que se encuentra en el Palacio de Miraflores.

A pesar de que las únicas armas del pueblo son las pancartas y los trapos con los que se tapan la cara de los ataques lacrimógenos de los uniformados, reciben lluvia de tiros que dejan los cuerpos inertes tirados en las calles llenas de sangre. Sucumbiendo ante el aplastante poder del fuego oficialista.

La comunidad internacional, indolente y cómplice del canalla que ilegalmente ocupa el cargo de Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, es culpable también de las muertes que allí cobra la represión abismal de la dictadura.

Valerosos EE. UU, Paraguay, México, Canadá y Panamá, que han alzado su voz de protesta en contra de las constantes violaciones de Derechos Humanos que se realizan a cada instante.

Los organismos internacionales que deberían ejercer veeduría y justicia, están cegados por el oro negro y los petrodólares que se desvían de Venezuela hacia otros destinos desconocidos. O bueno, ya no tan desconocidos.

Solo hasta que el usurpador de las elecciones del 14 de abril de 2013 abandone el cargo, cesará la cacería que se ha emprendido contra todo aquel que piense distinto a la dictadura, contra todo aquel que tenga deseos de salir adelante, contra todo aquel, que siquiera sueñe un mejor futuro para sus hijos.

Porque ya estamos cansados de tantos Hitler, de tantos Lenin, de tantos Mussolini, yo elevo mi voz de protesta contra los actos criminales que Nicolás Maduro comete en Venezuela. ¡No más represión ni silencio cómplice y sinvergüenza!

Heider Logatto Cuadros
Estudiante de Comunicación Social
@heiderlogatto

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