miércoles, 31 de octubre de 2012

La civilización del espectáculo; globalización de la literatura.

La literatura desde hace cientos de años, ha sido el eje central de muchos poderes, demagogias, de ritos culturales, expresión, líneas de pensamiento, revoluciones, etcétera.

Hoy, con el devenir de la civilización del espectáculo, esta se ha vuelto una fácil lectura, que llena el vacío que ha dejan los temas importantes y que en realidad deberían interesar al lector, por uno de cómoda comprensión, en donde las personas no se esfuerzan al mínimo ni física ni intelectualmente para comprender que –Shakira está embarazada- pero sí les cuesta muchísimo enterarse, interesarse, leer, comprender, debatir y sobre todo PENSAR en el cambio político y económico que está viviendo su país, estado o nación, sobre los rumbos que esta está tomando los cuales de una manera directa lo inmiscuyen porque es afectado por estos mismos, pero la pereza mental que hoy padecemos las personas viene por una literatura que limita el pensamiento del hombre, no lo hace razonar. La comodidad de que todo se lo den –espulgado- ha consumido por completo la capacidad que años atrás poseía el hombre y que lo diferenciaba notablemente del resto de los seres vivos.

Hoy no se cuestionan sobre lo que leen, las novelas y chismes ocupan hoy los lugares que un día ocupó Borges, Gabo, el mismo Vargas Llosa de quienes aprendimos lo que es vivir en una comunidad e interactuar en una cultura, de quienes tenemos los valores que poco a poco la literatura light- se ha encargado de suprimir de la sociedad con sus palabras y escritos de facilismo, de temas de actualidad del espectáculo que en conclusión, terminan siendo el mayor represor de las masas que viven en un determinado lugar.

Con el transcurrir del paso de los años, pasamos de la investigación inquieta que hacían nuestros antepasados, a la comodidad- de un mueble leyendo lo que está de moda, comiendo entero lo que la literatura moderna, que terminamos siendo no tan moderna nos impone con su nuevo rumbo hacia una cultura consumista e incoherente, que en su máxima expresión no alcanza a concebir siquiera el mínimo significado de lo que un día fue saber leer, saber pensar y saber actuar.

Los libros de literatura escasean, la moda ya no es leer a Freud ni a Heidegger  y menos a Aristóteles y Platón; la literatura hoy toma el concepto de cultura como la señora haciendo un almuerzo, la diseñadora decorando una casa, el chef preparando un plato, el vivo sentido de la cultura se ha perdido por la dispersión absurda de la literatura que invade hoy semáforos, calles, bibliotecas, colegios, universidades y en fin, nuestras propias vidas, moderadas, sencillas y sin sentido alguno de lo que en realidad se debería apreciar como una literatura hecha para el hombre.

En los escritos de nuestros antepasados la crítica era parte fundamental tanto para quienes escribían como para quienes leían lo escrito, era una forma de plantear problemas, encontrar solución e interactuar con la comunidad, pero hoy, ese espacio está lejos de llenarse, la sociedad  está arraigada a limitarse en su pensamiento, la crítica a desaparecido y quien llega a reemplazarle son los sistemas de propaganda, las páginas ya vienen llenas de promociones que inundan los mercados literarios, el que no vende publicidad, no obtiene ganancia, antes el que no hacía crítica, no pensaba.

Todo cambia, de la forma en que ha evolucionado la percepción y la cultura de la literatura, también se ha modificado el pensamiento y la capacidad de razonar del hombre, grave asunto si nos proyectamos en unos años hacia el futuro llenos de literatura basura que no va a servir para formar sino para deformar, hundiendo el último suspiro de la cultura que tal vez, algunos familiares nuestros del pasado conocieron y vivieron de forma instructiva, y no destructiva, como es –la moda-
 
Heider Logatto Cuadros
Estudiante de Comunicación Social.
@heiderlogatto