martes, 30 de julio de 2013

Presidente Santos. Este es el Catatumbo.

El Catatumbo es un territorio perteneciente a Norte de Santander. En él se encuentran riquezas petroleras, carboníferas, entre otras. Históricamente grandes empresas han explotado los recursos durante muchos años, pero contrario a lo que se pensaba, esto no ha traido mejoras en las condiciones de vida de sus pobladores. Por el contrario, ha habido un deterioro sustancial en el campo social y económico de la región.
Es una tierra olvidada por el Gobierno Nacional, cuya problemática ha desembocado en la presencia constante de grupos al margen de la ley como las guerrillas terroristas de las FARC y el ELN teniendo cultivos de coca, adueñándose de las tierras y, en otros casos, prestando seguridad a las BACRIM que son los nuevos dueños de estos terrenos huérfanos.
Desde siempre, el Catatumbo ha sufrido las inclemencias de un Estado débil y una insurgencia cruel. Hacia el año de 1999 llegan los paramilitares bajo el mando de Salvatore Mancuso, un líder militar muy cercano a Carlos Castaño, quien se adueña del negocio del narcotráfico cobijado bajo una fachada de combatir a la guerrilla.
Es una zona que tanto para los ilegales, como para los legales, ha producido cantidad de dinero. Tanto así que Carlos Castaño, máximo lider de las AUC, confieza en el año 2002 a la revista Semana, que el 70 por ciento de sus ingresos, provenían del Catatumbo.
Hoy, sin Carlos Castaño, pero con Rubén Zamora, jefe del frente 33 de las Farc. Con Megateo, jefe del reducto del EPL y otros más, el Catatumbo sigue viviendo la penosa situación del desplazamiento, los asesinatos y la siembra de cultivos ilícitos que cada día sumergen más al territorio en una guerra contra el Estado y en un hundimiento cada vez mayor de la pobreza en sus habitantes por falta de oportunidades legales que debería garantizar el mismo Gobierno.
Desde hace más de un mes, los labriegos del Catatumbo están en protestas. Bloquearon varias vías, entre ellas la que de Tibú conduce a Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander. El Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos, ha enviado a distintos designados para un diálogo y una salida negociada a las manifestaciones que ya se tornan violentas, pero, a pesar de que han contado con la presencia del Ministro del Interior, del Vicepresidente de la República, del Viceministro de Trabajo, del Ministro consejero para el Diálogo Social, entre otros, estos intentos han sido fallidos. Solo reuniones de corbata. Como tantas del actual Gobierno.
Los manifestantes que tienen como vocero a César Jeréz, personaje que no sale muy bien librado de su perfil y que no pertenece a esta región, piden una Zona de Reserva Campesina, que para nadie es un secreto, sería un fortín para las Farc que pretenden afianzar 59 ZRC en todo el país que comprometen más de 9,5 millones de hectáreas, como lo afirmaron desde La Habana y, ante la negativa del Presidente Santos, decidieron cambiar de estrategia y empezar a fomentar paros sociales bajo la divulgación de argumentos que si bien tienen parte de cierto, como la falta de Estado en estos lugares y la falta de oportunidades, buscan encender la llama en todo el país para generar una presión al Gobierno que termine en la aceptación de sus peticiones por vías de hecho. Situación que todos los colombianos enérgicamente, debemos rechazar y repudiar. Pues se está presionando y amenazando  al campesinado de nuestra región para lograr sus oscuros y miserables objetivos.
No sé si el Ministerio de la Agricultura en sus programas para capacitar a los campesinos del Catatumbo, les han enseñado a utilizar pistolas 9mm, o a lanzar artefactos explosivos por medio de basucas a la Fuerza Pública, porque eso es lo que se está viviendo en esta zona cocalera. Hay que recordar que el Presidente Santos dio orden a policías y militares de no permitir más bloqueos en las vías y de utilizar la fuerza para despejar estos territorios.
¿Hasta dónde aguantarán hambre los verdaderos campesinos? ¿Cuánto más deben aguantar los pobladores y pequeños comerciantes de Tibú que se están muriendo de física hambre por cuentas de los bloqueos que son auspiciados por las Farc? ¿Qué salida proponen más allá de la ZRC los incitadores de la violencia y desmanes en el Catatumbo?
La invitación es para que los violentos dejen el uso abusivo y criminal de las armas. A que sigan jugando con su farsa y negocio que tienen en La Habana. A que dejen a nuestros campesinos honestos y honrados en ¡paz! A que no se les utilice como unos títeres bajo presión terrorista. A que no destruyan el buen nombre y la reputación de esta gente trabajadora que por décadas a sufrido el vandalismo y cinismo de los narcotraficantes terroristas de grupos al margen de la ley. Colombia soy yo. Colombia es usted. Colombia somos todos.
¡YA NO MÁS¡

Heider Logatto Cuadros


@heiderlogatto

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bienvenida la discrepancia; con argumentos y respeto.