El Catatumbo es un
territorio perteneciente a Norte de Santander. En él se encuentran riquezas
petroleras, carboníferas, entre otras. Históricamente grandes empresas han
explotado los recursos durante muchos años, pero contrario a lo que se pensaba,
esto no ha traido mejoras en las condiciones de vida de sus pobladores. Por el
contrario, ha habido un deterioro sustancial en el campo social y económico de
la región.
Es una tierra olvidada por
el Gobierno Nacional, cuya problemática ha desembocado en la
presencia constante de grupos al margen de la ley como las guerrillas
terroristas de las FARC y el ELN teniendo cultivos de coca, adueñándose de las
tierras y, en otros casos, prestando seguridad a las BACRIM que son los nuevos
dueños de estos terrenos huérfanos.
Desde siempre, el
Catatumbo ha sufrido las inclemencias de un Estado débil y una insurgencia
cruel. Hacia el año de 1999 llegan los paramilitares bajo el mando de Salvatore
Mancuso, un líder militar muy cercano a Carlos Castaño, quien se adueña del
negocio del narcotráfico cobijado bajo una fachada de combatir a la guerrilla.
Es una zona que tanto para
los ilegales, como para los legales, ha producido cantidad de dinero. Tanto así
que Carlos Castaño, máximo lider de las AUC, confieza en el año 2002 a la
revista Semana, que el 70 por ciento de sus ingresos, provenían del Catatumbo.
Hoy, sin Carlos Castaño,
pero con Rubén Zamora, jefe del frente 33 de las Farc. Con Megateo, jefe del
reducto del EPL y otros más, el Catatumbo sigue viviendo la penosa situación
del desplazamiento, los asesinatos y la siembra de cultivos ilícitos que cada
día sumergen más al territorio en una guerra contra el Estado y en un
hundimiento cada vez mayor de la pobreza en sus habitantes por falta de
oportunidades legales que debería garantizar el mismo Gobierno.
Desde hace más de un mes,
los labriegos del Catatumbo están en protestas. Bloquearon varias vías, entre
ellas la que de Tibú conduce a Cúcuta, capital del departamento de Norte de
Santander. El Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos, ha enviado a
distintos designados para un diálogo y una salida negociada a las
manifestaciones que ya se tornan violentas, pero, a pesar de que han contado
con la presencia del Ministro del Interior, del Vicepresidente de la República,
del Viceministro de Trabajo, del Ministro consejero para el Diálogo Social,
entre otros, estos intentos han sido fallidos. Solo reuniones de corbata. Como
tantas del actual Gobierno.
Los manifestantes que
tienen como vocero a César Jeréz, personaje que no sale muy bien librado de su
perfil y que no pertenece a esta región, piden una Zona de Reserva Campesina,
que para nadie es un secreto, sería un fortín para las Farc que pretenden
afianzar 59 ZRC en todo el país que comprometen más de 9,5 millones de hectáreas,
como lo afirmaron desde La Habana y, ante la negativa del Presidente Santos,
decidieron cambiar de estrategia y empezar a fomentar paros sociales bajo la
divulgación de argumentos que si bien tienen parte de cierto, como la falta de
Estado en estos lugares y la falta de oportunidades, buscan encender la llama
en todo el país para generar una presión al Gobierno que termine en la
aceptación de sus peticiones por vías de hecho. Situación que todos los
colombianos enérgicamente, debemos rechazar y repudiar. Pues se está
presionando y amenazando al campesinado de nuestra región para lograr sus
oscuros y miserables objetivos.
No sé si el Ministerio de
la Agricultura en sus programas para capacitar a los campesinos del Catatumbo,
les han enseñado a utilizar pistolas 9mm, o a lanzar artefactos explosivos por
medio de basucas a la Fuerza Pública, porque eso es lo que se está viviendo en
esta zona cocalera. Hay que recordar que el Presidente Santos dio orden a
policías y militares de no permitir más bloqueos en las vías y de utilizar la
fuerza para despejar estos territorios.
¿Hasta dónde aguantarán
hambre los verdaderos campesinos? ¿Cuánto más deben aguantar los pobladores y
pequeños comerciantes de Tibú que se están muriendo de física hambre por
cuentas de los bloqueos que son auspiciados por las Farc? ¿Qué salida proponen
más allá de la ZRC los incitadores de la violencia y desmanes en el Catatumbo?
La invitación es para que
los violentos dejen el uso abusivo y criminal de las armas. A que sigan jugando
con su farsa y negocio que tienen en La Habana. A que dejen a nuestros
campesinos honestos y honrados en ¡paz! A que no se les utilice como unos
títeres bajo presión terrorista. A que no destruyan el buen nombre y la
reputación de esta gente trabajadora que por décadas a sufrido el vandalismo y
cinismo de los narcotraficantes terroristas de grupos al margen de la ley.
Colombia soy yo. Colombia es usted. Colombia somos todos.
¡YA NO MÁS¡
Heider Logatto Cuadros
@heiderlogatto
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