Transcurría la tarde del jueves 16 de octubre, cuando Jaime Uriel
Mejía Álvarez se desplazaba en su carro hacia la casa. De repente,
observó por el retrovisor a un hombre en moto que se aproximaba
sospechosamente, esto no hubiera sido motivo de alarma si estuviera
solo, pero en el carro lo acompañaba su esposa e hija menor de edad.
Luego de cruzar una calle para alejarse de lo que él consideró un
peligro, el hombre en la moto dio un giro abrupto para alcanzarlo y
mirarlo de manera intimidante. Jaime Uriel se puso en contacto con la
Unidad Nacional de Protección y la Policía Nacional, quienes de
inmediato procedieron a acudir al sitio en el que él se resguardaba. La
conclusión fue que eso era un acto intimidatorio.
El ser un veedor ciudadano en temas ambientales, le ha acarreado
tener que vender su carro y dos motos, comprar un vehículo con vidrios
polarizados, dejar de gozar plenamente su libertad y obstruir el
desarrollo social de su hija por cuestiones de seguridad.
La causa de esto es el activismo que el colectivo El Pulmón Verde, en
el que Jaime Uriel es uno de sus líderes, logró frenar parcialmente la
construcción de un megaproyecto comercial, que entre otras cosas
contemplaba contar con uno de los Falabella más grandes y modernos del
país, pero el costo que debían pagar los cucuteños era alto; tener que
destruir más de 854 árboles que hacen parte del pulmón verde de Cúcuta;
la ciudad verde de Colombia.
La justicia suspendió la licencia de permiso urbanístico a la
constructora, sentencia que evita el arboricidio en la perla del norte, y
que se espera el Consejo de Estado ratifique en un plazo cercano a los
10 meses.
“Dejar una ciudad con sentido de pertenencia ambiental, es el mejor
legado que le puedo dejar a mis hijas y a un millón de cucuteños”
concluye Jaime Uriel Mejía Álvarez con voz de orgullo y satisfacción.
Un panorama esperanzador para la región que vive temperaturas de
hasta 38´ y que es conocida a nivel nacional como la ciudad de los
árboles; la ciudad verde de Colombia.
Heider Logatto Cuadros
Twitter: @heiderlogatto
Punto de vista personal de lo que sucede en la Política nacional e internacional.
lunes, 10 de noviembre de 2014
lunes, 21 de abril de 2014
¡No más represión ni silencio cómplice y sinvergüenza!
Venezuela vive momentos
difíciles, quizás los más difíciles en las últimas décadas. Hoy, Las FF.AA al
mando de un individuo que aparenta ser Jefe de Estado, están acribillando,
masacrando y asesinando vilmente a la población civil.
Esta batalla campal que
lleva más de un mes y, a apagado la luz de vida de más de 36 personas, no es
otra cosa que la represión de un régimen totalitario, una organización criminal
sin igual que pretende robarse hasta el pensamiento de los habitantes de este
bello país.
Una dictadura que lleva más
de 15 años acabando con la inversión, robando el erario público, adueñándose de
los medios de comunicación y, regalando los recursos de hidrocarburos que por
derecho le pertenecen al pueblo, pero que son endosados a países que al mejor
ritmo de una sanguijuela, chupan y desangran a la hermana república
bolivariana, todo a cambio de una voz de apoyo al tirano que se encuentra en el
Palacio de Miraflores.
A pesar de que las únicas
armas del pueblo son las pancartas y los trapos con los que se tapan la cara de
los ataques lacrimógenos de los uniformados, reciben lluvia de tiros que dejan
los cuerpos inertes tirados en las calles llenas de sangre. Sucumbiendo ante el
aplastante poder del fuego oficialista.
La comunidad internacional,
indolente y cómplice del canalla que ilegalmente ocupa el cargo de Presidente
de la República Bolivariana de Venezuela, es culpable también de las muertes que allí cobra la represión abismal de la dictadura.
Valerosos EE. UU, Paraguay,
México, Canadá y Panamá, que han alzado su voz de protesta en contra de las
constantes violaciones de Derechos Humanos que se realizan a cada instante.
Los organismos
internacionales que deberían ejercer veeduría y justicia, están cegados por el oro negro y
los petrodólares que se desvían de Venezuela hacia otros destinos
desconocidos. O bueno, ya no tan desconocidos.
Solo hasta que el usurpador
de las elecciones del 14 de abril de 2013 abandone el cargo, cesará la cacería
que se ha emprendido contra todo aquel que piense distinto a la dictadura,
contra todo aquel que tenga deseos de salir adelante, contra todo aquel, que
siquiera sueñe un mejor futuro para sus hijos.
Heider Logatto Cuadros
Estudiante de Comunicación Social
@heiderlogatto
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