domingo, 5 de agosto de 2012

Reflexiones.

En Colombia, el problema no es la pobreza ni la poca capacidad del Estado para llegar a los que más lo necesitan; el gran problema es la corrupción y la falta de corazón, organización y compromiso.

Colombia vive un momento de bonanza, de crecimiento económico, comercial, educativo, y de solución de problemas para los más pobres, pues las políticas que se manejan hoy, son más sociales que las de 15 años atrás. El presidente vincula una serie de proyectos como el entregar cantidades históricas de casas de interés social, aumentar el número de beneficiados del programa `Familias en Acción´ o el nuevo proyecto de brindar un subsidio a estudiantes de bajos recursos por el valor de $ 250, 000 pesos mensuales que ayudarán al desarrollo de este sector de la sociedad que por tantos años, o tal vez por políticas pobres y sin sentido, nunca se les han tenido en cuenta y que hoy se abre la posibilidad para que con estos dineros recibidos por parte del gobierno; se costeen parte del arriendo, comida o gastos que requiere o demanda la universidad.

La inversión extranjera ha venido en constante crecimiento cada día. Por cuentas bancarias llega más dinero a Colombia, dinero que se dispersa en proyectos empresariales, creando oportunidades de trabajo tanto directas como indirectas y en donde se benefician desde los obreros, hasta los consumidores finales, con precios bajos y productos de buena calidad.

Esta inversión del exterior, se ha venido estimulando fuertemente desde hace 10 años, en donde se empezaron a tejer lazos comerciales con distintos países del mundo, ubicados en diferentes rincones del mismo que lo que buscan es intercambio de bienes y poder producir sus productos en otras tierras, hacer presencia para abarcar un mercado internacional que al final beneficia al consumidor, pues la competencia estimula la baja en los precios de los diferentes artículos comprados y el alza en la calidad de los mismos. De la mano a esto van los tratados de libre comercio (T.L.C) en donde se eliminan los aranceles a ciertas mercancías intercambiadas entre dos naciones, haciendo que por un lado los productos lleguen más económicos y la plata de las personas rinda más y por otro lado generando empleo, puesto que muchas empresas amplían sus estructuras y personal para poder exportar todo lo que hacen y fabrican beneficiando al sector obrero, y por supuesto, a su bolsillo como dueños e inversores en la producción.

Se dice que estos intercambios comerciales generan menos empleos y por ende más pobreza porque todo se va a importar, acabando con la industria nacional, en especial con los pequeños empresarios. Ahora bien, si todo se importa para el consumo de nosotros; ¿De igual manera no tendríamos que exportar para el consumo de ellos y de muchos otros? Y en cuanto a los pequeños empresarios que luchan con los altos precios por vender la poca producción que hacen; ¿No les serviría ser proveedores de cadenas grandes? En donde se les garantice y se les pague su trabajo dignamente? En Colombia falta mucho optimismo, pensamiento positivo, los proyectos aún no han arrancado y ya hay gente creando malestar y mal ambiente entorno a lo que se va a hacer.

Señor lector, lo invito a ir a los diferentes centro comerciales de la ciudad, todos están llenos, a veces ni cupo para el carro se encuentra, muchos decimos `pero es que son la familia Miranda, van a mirar nada más´ pues de esa afirmación no estoy seguro, me tomé el trabajo de recorrer estos sitios y la mayoría de personas sale con paquetes (promedio de 2 en adelante) y las cajas registradoras se ven colapsadas por las interminables colas que las abruman, entonces pregunto; ¿Cuál crisis vivimos? Será más bien que el colombiano promedio está acostumbrado a que todo le hagan y le den, pues la pereza mental ya lo tiene corroído. Los medios de comunicación generan y siembran zozobra que hacen percibir ambientes negativos, pero si se toma el tiempo de analizar y salir a ver lo que pasa, ocurre y acontece a su alrededor, la realidad es muy diferente a como la pintan los pintores de los noticieros.

Ahora bien si estamos en crisis, ¿Por qué en la ciudad, especialmente hablando de Cúcuta, han llegado más de 6 concesionarios de carros? En el centro se observa la enorme cantidad de carros nuevos que bien sean adquiridos por crédito o en efectivo, pero se tiene la capacidad económica de asumir esos gastos, al igual que las ventas de motos que hoy en día ya hacen tanto trancón como un grupo de carros.

El sector vivienda está creciendo a un ritmo acelerado, cada año sale un conjunto más costoso y exclusivo que el del año anterior, y vemos que ni siquiera están terminados y ya están todos vendidos. Entonces en ¿Cuál crisis vivimos?

Para fortalecer y seguir dinamizando todo este crecimiento que aborda a nuestro país, el Estado debe generar políticas de incursión en todos los estratos sociales, comunidades y núcleos existentes, vinculando los sectores privados y públicos para brindar solución a los tantos problemas que agobian a miles de personas en el país, porque no somos ajenos a la pobreza ni a los problemas, pero a lo que sí debemos ser ajenos, es a ser un país consumido por nuestra propia pereza mental y negativismo hacia lo que aún ni siquiera se ha empezado a hacer, más bien se deben tener ganas de salir adelante y por ello cada persona debe luchar sin echarle la culpa al gobierno de todo lo que le pase y por el contrario, generando desarrollo para el contexto en el que vive y que por fin algún día no muy lejano a nuestra historia, el hombre se sienta bien con lo recibido por parte de Dios, la familia, el Estado, el hombre y de sí mismo.
Heider Logatto Cuadros.
Estudiante de Comunicación Social.

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