Quiero que se juzgue a los criminales
que opacaron, cegaron y acabaron con la vida de miles de compatriotas que hoy,
sin duda, fueran un ejemplo más de sociedad en este país sumergido por más de
50 años en una guerra absurda por parte de terroristas como las FARC que se
ensañan en la población más débil, como si esto le importara al gobierno que
hoy reside en la Casa de Nariño.
Se han equivocado, se han errado del
todo aquellos que nos tildan de `enemigos de la paz´ por el simple hecho de
levantar nuestras voces y hacer un alto a lo que es un atropello desmesurado
para con las mamás, tíos, abuelos, papás, hermanos, etc. que piden a gritos les
devuelvan a sus seres queridos; secuestrados, torturados, humillados y
asesinados por el grupo terrorista que hoy habla de paz.
Se equivoca todo aquel que nos tilda
de `enemigos de la paz´ por el simple hecho de pedir JUSTICIA. La misma
justicia que se le aplica a los que se roban un alimento de un supermercado. La
misma justicia que se le aplica al sicario que ha matado a alguna persona. La
misma justicia que con tajante fuerte rechaza la acción de un ladrón cuando le
roba el bolso a una mujer. La misma
justicia que el expresidente Álvaro Uribe Vélez con su mano firme les aplicó a
los jefes paramilitares que quisieron hacer y deshacer con este país a su
gusto, conveniencia y antojo.
Yo, y sé que millones de colombianos
más; queremos una paz verdadera, en donde las acciones del gobierno sean
consecuentes para con los actos cometidos por este grupo delictivo que ha
atentado contra el pueblo, el estado; contra la misma democracia de la cual hoy
esperan ser parte.
No podemos hablar de beneficios más
que reducirle la pena un par de años, si es que lo merecen. No podemos de
ninguna forma contemplar el indignante INDULTO. El derecho a la igualdad se
viola; ¿En dónde quedan las personas castigadas por delitos menores? ¿Cuál es
la motivación de las nuevas juventudes? ¿Se gana más siendo Senador de la
República o guerrillero de las Farc? Las dudas se siembran y con más arraigo en
aquellas personas de corta edad, en donde son formados por las culturas
`traquetas´ predominantes en el territorio nacional, el ejemplo a seguir de
Pablo Escobar, la corrupción que a diario acostumbramos a ver en los medios de
comunicación. ¿Cuál es el ejemplo moral y ético que se le da a un joven?
Claramente y para finalizar este
escrito; La paz se ha vuelto el negocio de las Farc, el juego de popularidad
del Gobierno falso, mentiroso e hipócrita y la humillación total de las
víctimas.
El que comete un acto de barbarie debe
pagarlo; así de fácil señor Juan Manuel Santos, así de fácil es la cuestión, y
las Farc sin duda, han cometido muchos.
Heider Logatto Cuadros.
@heiderlogatto
Estudiante de Comunicación Social.
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